Podría resumir sin ningún
temor a equivocarme:
“Si vas en moto, seas quién seas, debes ir a
un curso de KSB Sport. O mejor, a varios”
Da igual que seas un niño (como los cientos de
la liga inter-escuelas), que seas un adulto con años de experiencia en todo
tipo de motos (es mi caso), que seas un motero novato y no muy hábil o que seas
un piloto mundialista; en KSB Sport tienes cabida y mucho que aprender. No
sabes cuánto…hasta que lo haces.
Valga como ejemplo la visita que hizo en su día un pedazo de piloto como Anthony West, en la que si veis el video, comprendereis que no es tan fácil derrapar y rascar (Hector Faubel lo tiene dominado):
Entiendo que si no eres un motero avezado,
seas escéptico con que esas motos pequeñas te puedan enseñar algo que sirva para las grandes. Típico.
Pues sí, ya lo creo. Aquí sí que puedes decir
con firmeza que el tamaño no importa y sí las sensaciones, que son muchas y
probablemente desconocidas para aquellos que no tengan mucha experiencia en los
límites del agarre e inclinación.
Pero entiendo que el coste (150 € por piloto),
exige que por lo menos, se explique debidamente. Eso sí, al final te costará
asimilar cómo pueden hacer tanto por ti y tu conducción a un precio tan
barato…Vamos allá.
Kike Bañuls KSB Sport hace los cursos para un
máximo de 12 participantes para que la atención y la calidad del servicio sea
total.
Por parte de motoadictos.es fuimos 12 participantes, todos con muchísima
experiencia en moto, algunos con bastantes tandas de circuito a cuestas y algún
que otro motero de almuerzo dominguero sin pretensiones más allá del almuerzo
entre amigos.
Las instalaciones de KSB Sport en AVAE Paterna
son de 10. Amplias áreas diáfanas de asfalto (algunas “islas” con bancos y
sombra para acompañantes resguardadas del tráfico en pista) y zonas pintadas
sobre el mismo para aprender a pilotar sobre zonas deslizantes (alrededor de un
agarre un 80% menor).
Una área de 16000 m2 en total, donde se incluye
el circuito “Scalextric”, un pequeñísimo trazado con zonas de poca adherencia
(y que puede ser todo regado para probar en agua), donde arañar un segundo al
crono supone un esfuerzo titánico.
A las 8:30 estábamos expectantes para el
reparto de monos porque es lógico entender que no es una tienda y hay un número
de tallas limitadas (las botas, guantes y cascos son los propios por higiene). Y asi fue, alguno se quedo sin mono (no hubo mayor problema).
Las motos son Honda CRF 70 semi-automáticas, engranas la marcha, pero no hay
embrague. Una moto que da mucho para lo que es y que encima, estando de serie, ofrece un sonido
hasta relajante, cosa de agradecer cuando vas a estar 5 horas seguidas encima.
A las 9 con rigurosa puntualidad, estábamos
todos atentos a las explicaciones de Kike y su equipo (formado por dos
monitores más, Toni Aguilera y Edu Guillen) en las que nos hizo hincapié en la
importancia de la postura y el movimiento del cuerpo encima de la moto. Parece
básico, pero conviene recordarlo. Nos informa que el curso dura de 9:30 a 14:30
y que además de la postura, ya no hay más teoría. El resto del curso es moto,
moto, caídas y más moto.
Lo más importante si queréis aprender es
olvidaros de que sabéis ir en moto, de cualquier conocimiento y empezar de 0,
con total humildad y haciendo todo lo que te dicen. No hay otro truco. Bueno,
hacer la croqueta con un buen galletón sin consecuencias nada más empezar ayuda
a perderle el miedo a la moto.
Hacemos dos grupos de modo que seis ruedan y
otros seis miran y descansan.
Empezamos con el 8, un ejercicio en el que
básicamente se trata de imitar esa figura entre dos conos con la moto mientras
arrastramos deslizadera y en el menor espacio posible. Se empieza con una
distancia de 8 metros entre cono y cono y se acaba con una de 4 metros donde
resulta muy complicado incluso cambiar de dirección, lo que demuestra que el
físico lo es todo a la hora de girar la máquina.
A continuación, una prueba de eslalon con
conos en la que hay que mantener el acelerador abierto sin cortar. La distancia
entre cono y cono dará la dificultad a medida que se vayan acercando.
Sin bajar de la moto, otra vez el 8 para ver
qué tal se nos da la segunda tanda.
Un mínimo descanso de cinco minutos para
hablar un rato y aclarar dudas y pasamos a probar la zona de poca adherencia.
Aquí las caídas de suceden sin cesar…
Decir que en todo momento, hay disponibles
bebidas y barritas energéticas, agua y fruta; mucha fruta que ayuda a
refrescar. Por un día seremos “pilotos” y abandonaremos la típica dieta motera
de bocata de embutido y panceta…
Con un poco más de control de gas adquirido,
pasamos al Scalextric donde hacemos una tanda larga para conocer bien el
trazado y sus trucos (hay dos curvas que patinan bastante); prohibido adelantar
y se rueda manteniendo una distancia prudencial con los compañeros.
Una vez conocemos bien la pista, hacemos
equipos por parejas y con salida a lo resistencia (corriendo hacia la moto y
salida con moto parada) nos metemos de lleno en una carrera a 20 vueltas con
cambio de moto en pitlane donde ya vale todo. Divertidísimo, muchas risas y
genial tener que combinar intentar adelantar/que no te adelanten con zonas de
poco agarre.
En este momento, cuando llevas toda la mañana
en un moto continuamente cayendo al suelo y rompiendo piezas, gastando
gasolina sin cesar, bajo la atenta mirada de tres monitores, con uno de ellos haciendo fotografías a discreción, sin parar de rascar deslizadera y arañando
el mono, los tentempiés, etc es cuando empiezas a pensar que 150
€ no es caro, está bien.
Pero claro, ahí no acaba el curso, porque
volvemos otra vez a la zona verde (la de poco agarre) a practicar a tirar la
moto al suelo en un metro y conseguir derrapar y controlarla. El acabose fue
girar haciendo círculos alrededor de un cono derrapando y controlando la caída
levantando la moto con la rodilla. De verdad que es fascinante y muy, muy
adictivo. Y por supuesto, las risas van ligadas al número de caidas inofensiva de los compañeros, zas, al suelo. Zasca, otra, zas.
Eran ya las 14:35, se puso a gotear y aun le
dio tiempo a algunos a probar cuánto habían aprendido y cuánto podían tumbar
con agua en pista sin caerse ¡mucho, hasta el codo!.
Nos hicimos fotos con el equipo KSB dándoles
las gracias por la atención y con la firme promesa de volver para continuar con
los cursos de la MotoLiga 1254T y la CBR 125 con alas (ruedines para frenadas en
agua y pista deslizante).
Al dejar las motos,
hice de nuevo un repaso y valoré:
- Los conocimientos
que me llevo a casa.
- El tentempié.
- La gasolina.
- La sesión
completa de fotos de cada uno.
- Tener todo ese
espacio para 12 personas.
- Las horas de tres
estupendos monitores.
- El estado en que
dejamos el mono (con las caídas, sin deslizaderas y algunos con los codos
marcados).
- Y por supuesto,
el estado en que quedan las motos; la nuestra sin puño ni contrapeso izquierdo,
sin estribera izquierda (desintegrada de rascar) y aleta derecha en una caída.
- Y lo mejor, todos y cada uno de los participantes acabamos rascando deslizadera y derrapando.
Por ello, creo firmemente que tienen un precio
excepcional. Y los 150 € salen baratos, no lo dudes y llama ya para concertar
cita.
Cita que si no os importa, me acoplo para
cualquier fecha a rodar con vosotros ¡soy
motoadicto de KSB!
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